Antonia: una sinfonía

Antonia: una sinfonía

¿Qué puede hacer una mujer en la actualidad para triunfar en un campo dominado por los hombres? ¿Qué podía hacer una mujer llamada Antonia Brico en 1920 con el sueño de ser directora de orquesta en Estados Unidos? ¿Se imaginan cuántas burlas y rechazos experimentó por su condición sin que se valorara su habilidad magistral para tocar y dirigir? ¿Cuántas décadas sufrió con mínimas oportunidades y cuántos años han tenido que pasar para que ahora existan algunas mujeres directoras de orquesta?

Antonia: una sinfonía narra la historia de una virtuosa joven de origen holandés que pasa los primeros años de su vida en Los Ángeles pensando que se llama Willy Wolters, mientras aprende a tocar en un piano con las palancas del mecanismo de percusión cubiertas de tela para evitar que suenen y molesten a los vecinos, al tiempo que trabaja como acomodadora de una sala de conciertos.

Su amor por la música la hace buscar clases de piano con los mejores, pero la falta de recursos y el contexto la limitan y cuando dice que quiere ser directora de orquesta todos se ríen. Ella argumenta que las mujeres pueden ser tan buenas como los hombres y piensa que Estados Unidos es la tierra de las oportunidades, pero aunque sus contrapartes se empeñan en decirle que no es para todos, eso no la amedrenta.

Un día su «madre» le enseña una libreta con los gastos que le ha representado desde que era pequeña y le arrebata todos sus ahorros, al tiempo que le revela que ella no es su hija. El padre le explica que cuando vivían en Holanda vieron un anuncio en el periódico donde se daba una «bebé en adopción» y le entrega un acta de nacimiento que indica que su nombre es Antonia Brico.

A partir de ello, se dedica a pedir el apoyo de la Embajada de Holanda para investigar sobre su madre y se traslada allá para intentar buscarla y aclarar su origen, pero aunque descubre que está muerta, encuentra que en Europa hay un poco menos dificultades para aprender música, por lo que se muda a Berlín, donde logra que uno de los grandes maestros la prepare para entrar a la escuela de dirección, en la que finalmente es aceptada, pero tiene que pasar por muchas pruebas, humillaciones y renuncias a nivel profesional y personal para seguir perseverando en su proyecto personal.

Los profesores le dicen que no logrará dirigir, pues «una mujer con una batuta dando órdenes a un grupo de hombres es algo que simplemente no pasa», pero ella insiste y se prepara. Cuando ve la mala recepción que tiene un concierto dirigido por una mujer, días antes de su debut con la Orquesta Filarmónica de Berlín, se deprime, pero toma aire, se aplica y poco a poco va ganando pequeñas batallas en medio de las múltiples acciones machistas y misóginas que enfrenta día con día.

Su trabajo es magistral y tiene algunos éxitos en París y Londres, pero el reconocimiento en América es casi nulo, así que cuando intenta regresar a Estados Unidos, tiene que vender boletos para su propio concierto con la Musicians’ Symphony Orchestra de Nueva York y, a pesar de que recibe una buena respuesta del público, no le llueven ofertas de trabajo; por lo que decide formar la primera orquesta de mujeres: la New York Women’s Symphony Orchestra, con el apoyo del alcalde de Nueva York y la primera dama Eleonor Roosevelt, quien le aconseja: «haz lo que tu corazón te diga que está bien, de todas formas serás criticada»

La película llega hasta esta parte de la historia de Antonia Brico, pero en la vida real su lucha continua hasta que fallece, pues, aunque llega a dirigir temporalmente la Orquesta Sinfónica de Londres y trabaja con compositores reconocidos como Jean Sibelius, toda su vida sigue buscando espacios para conducir de manera permanente, sin lograrlo.

Antes de los créditos hay una nota que dice: «En 2008 la revista Gramophone publicó un listado de las 20 mejores orquestas del mundo y ninguna tuvo una directora de orquesta. Luego, en 2017 publicó el ranking de los 50 mejores directores de orquesta de todos los tiempos y 0% eran mujeres».

Así de duros son los datos.

  • ¿En qué situaciones has sentido discriminación por ser mujer?
  • ¿Tienes idea de si la gente sigue pensando que hay profesiones que pertenecen únicamente a un género?
  • ¿Qué opinas tú?
  • ¿Qué habrías hecho en el lugar de Antonia Brico?

Julia Alonso (1889-1977). Dirigió la Orquesta del Conservatorio Nacional de México en 1912, fue compañera de generación de Manuel M. Ponce y otros compositores renombrados, pero se casó con el profesor Alfonso R. Carrillo y se dedicó a dar clases de piano e idiomas hasta su muerte en 1977.

Gabriela Díaz Alatriste. Fue la primera directora mexicana titular de una orquesta institucional en México: la Orquesta del Instituto Politécnico Nacional de 2009 a 2013 y actualmente es Directora Artística de la Orquesta Filarmónica Mexiquense.

Gina Enríquez. En 2003 formó la Orquesta Sinfónica del Nuevo Milenio que sobrevivió cuatro años con subsidios gubernamentales hasta cerrar por falta de recursos. En la actualidad es una renombrada compositora.

Teresa Rodríguez. Es fundadora del Encuentro Operístico de Verano Artescénica de Coahuila y ha dirigido la Orquesta Filarmónica de Sonora, la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez y ha sido directora invitada de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.

Alondra de la Parra. Dirigió la Orquesta Filarmónica de Jalisco, es fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas y ha conducido más de 100 de las orquestas con mayor reconocimiento a nivel mundial.

Ve el trailer que encontré en YouTube:
Referencias: 
Filmelier. (2020, 18 junio). Antonia: una sinfonía - Tráiler (HD) [Vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=RUvmpkAWs_Y&feature=youtu.be Madera, V. B. (2020, 1 septiembre). 
Cinco directoras de orquesta que son un orgullo para México. Diario de Yucatán. https://www.yucatan.com.mx/imagen/2020/9/1/cinco-directoras-de-orquesta-que-son-un-orgullo-para-mexico-207039.html

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.